LAS FLORES VERDADERAS

De Botanipedia

A veces llamamos flores a lo que no lo son. Tendemos a pensar que las plantas más evolucionadas (las que se reproducen por semilla) todas ellas producen flores. De hecho, todas ellas producen polen, que es una parte importante de la reproducción de éstas plantas. Sin embargo, es en la producción de los órganos femeninos de reproducción donde encontramos las diferencias entre una auténtica flor y una que no lo es.

QUÉ DEBE TENER UNA FLOR VERDADERA

Una flor verdadera es aquella cuyo gineceo (parte femenina) está compuesta de uno o más carpelos, es decir, de uno o más receptáculos cerrados en donde se alojan los óvulos.


  • Sección de una flor donde se observa el ovario en el interior del carpelo

Obviamente, si la planta tiene separados los sexos en sus órganos reproductores, es necesario valorar los órganos femeninos ya que los masculinos no nos van a facilitar esta valiosa información.

De esta manera separamos las plantas que no producen flores verdaderas, como es el caso de las gimnospermas. En ellas, los óvulos se sitúan sobre una hoja carpelar abierta al exterior. El polen se aproxima por el aire y debe traspasar un pequeño espacio (un poro, una pequeña ranura) hasta llegar a contactar con el óvulo para fecundarlo.

Por el contrario, en las flores auténticas, las angiospermas, el polen es recepcionado por el estigma en el extremo del carpelo, produciendo un tubo polínico y, tras atravesar el interior del estilo, llegar así a polinizar el óvulo en el ovario.


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Guillermo Fdez. Weigand