PLANTAS TREPADORAS, RASTRERAS Y COLGANTES

De Botanipedia

Tratamos aquí un grupo heterogéneo y, sobre todo, confuso para los botánicos noveles. El objetivo no es otro que tratar de crear una clasificación, lo más clara y sencilla posible, que sirva como referencia en NomenPlantor.

Vamos a distinguir, a modo de lista-resumen:

  • Plantas trepadoras: plantas que crecen verticalmente sobre un soporte. Es un grupo muy heterogéneo, como veremos a continuación.
  • Plantas rastreras: crecen horizontalmente y el soporte es el propio terreno.
  • Plantas colgantes: podríamos decir que es una variante de las rastreras en las que, al crecer sobre un lugar elevado, las ramas cuelgan hacia abajo.



PLANTAS TREPADORAS

La única característica común, como se mencionó más arriba, es que crecen verticalmente apoyadas sobre un soporte. Este soporte puede ser una roca, un árbol, una valla o una pared, por poner algunos ejemplos.

CLASIFICACIÓN DE LAS TREPADORAS EN FUNCIÓN DE SUS ELEMENTOS DE SUJECIÓN

En NomenPlantor vamos a clasificarlas en dos grandes grupos: las que poseen elementos propios adaptados a la sujeción en el soporte sobre el que trepan y las que no los poseen.

TREPADORAS CON ELEMENTOS DE SUJECIÓN

Deberíamos decir, siendo puristas, que éstas son las auténticas plantas trepadoras, aunque dejaríamos fuera muchas otras trepadoras muy conocidas. Clasificaremos este grupo en función del tipo de elemento que usan para sujetarse, aunque podría ser más de uno.

TREPADORAS QUE POSEEN ZARCILLOS

Los zarcillos son elementos parecidos a pequeños tallos delgados y enroscantes que utilizan para sujetarse a una rama, una verja o cualquier elemento sobre el que se puedan enroscar. Surgen de los nudos de las ramillas jóvenes y permiten a estas ramillas crecer bien sujetas al soporte. Las vides son un buen ejemplo de esta adaptación.

TREPADORAS QUE POSEEN VENTOSAS

Las ventosas son elementos que surgen del tallo parecidos a pequeños tallos delgados y ramificados en cuya punta disponen de un tejido capaz de adherirse prácticamente a cualquier soporte. También surgen en los nudos de las ramillas jóvenes y, a diferencia de los zarcillos, no necesitan abarcar el elemento sobre el que se sostienen, por lo que las plantas que los poseen pueden trepar por superficies verticales como fachadas. Las hiedras son el ejemplo más claro de esta adaptación.

TREPADORAS QUE POSEEN TALLOS ENROSCANTES

Las plantas con esta característica poseen ramillas muy delgadas y largas que crecen girando varias veces a lo largo del día hasta que topan con un elemento sobre el que se pueden enroscar. Algunas giran en sentido dextrógiro y otras en sentido levógiro y es característico de cada especie. Las judías, las glicinias, las madreselvas... son ejemplos de esta adaptación.

TREPADORAS SIN ELEMENTOS DE SUJECIÓN

Muchas son tan capaces de trepar como las del grupo anterior, a pesar de no contar con elementos específicos para ello. A veces incluso se ayudan con elementos evolucionados para otras funciones pero que sirven de cierta ayuda para el fin de trepar. La clasificación de este grupo se realiza en función de su forma de ramificar pero, como es una clasificación que también se puede hacer con plantas con elementos de sujeción, la hacemos en la sección siguiente.

CLASIFICACIÓN DE LAS TREPADORAS EN FUNCIÓN DE SU FORMA DE RAMIFICAR

En NomenPlantor vamos a clasificar las trepadoras también en función de su forma de ramificar. Veremos que son claramente diferenciables.

TREPADORAS SARMENTOSAS

Se trata de plantas cuyos tallos crecen mucho en longitud pero con una escasa ramificación. La vid, por ejemplo, emite los característicos sarmientos (con los zarzillos como elementos de auto-sujeción) pero hay otras plantas como muchas variedades de rosal trepador que aprovechamos esa característica para guiarlos y atarlos sobre espalderas, creando plantas trepadoras gracias a las técnicas de cultivo.

TREPADORAS ENREDADERAS

La táctica de estas plantas en este caso es generar tallos que crezcan mucho en longitud pero que ramifiquen de forma muy intensa, lo que hace que puedan introducirse entre los huecos de cualquier estructura colonizándola y aprovechando el soporte para subir verticalmente hacia arriba. Las hiedras pertenecen a este grupo de trepadoras de gran ramificación (con las ventosas como elementos de auto-sujeción) pero también otras plantas como el rosal de Banks (Rosa banksiae) que, a pesar de no tener elementos de sujeción propios, es imbatible en su capacidad de trepar.

PLANTAS RASTRERAS

Como indicábamos en la lista de la introducción de este artículo, la característica común de estas plantas es que es la gravedad la que sujeta las ramas de estas plantas contra el terreno. Éstas ramillas habitualmente son delgadas y débiles. En ocasiones algunas ramillas logran crecer verticalmente y, a menudo, es para poder florecer y ofrecer a los insectos polinizadores una mejor vista y acceso a las flores. Con el tiempo, todas las ramillas acaban siendo vencidas por la gravedad y se tumban.

PLANTAS COLGANTES

Son plantas cuyo hábito les lleva a crecer sobre lugares elevados, ya sea horquillas de ramas de árboles, huecos entre las piedras de un cortado, etc. En estas circunstancias, sus ramas delgadas y débiles crecen verticalmente pero influidas por la gravedad, lo hacen hacia abajo. Podríamos decir que son plantas rastreras en las que el terreno no actúa de soporte.

CLASIFICACIÓN AJUSTADA

Ahora estableceremos una clasificación un poco más ajustada a la realidad:

1. PLANTAS TREPADORAS

En función de sus elementos de sujeción:

  • Con elementos de sujeción
    • Con zarcillos
    • Con ventosas
    • Con tallos enroscantes
  • Sin elementos de sujeción

En función de su hábito de ramificación:

  • Con tallos largos y poco ramificados (sarmentosas)
  • Con tallos largos y muy ramificados (enredaderas)

2. PLANTAS RASTRERAS

3. PLANTAS COLGANTES



NomenPlantor®
Guillermo Fdez. Weigand